jueves, 21 de enero de 2010

Volver


La organización de la Vuelta a España quiso dotarle de modernidad y para ello se rodeó de un escenario y de un protagonista muy actuales, el Hotel Eurostars, una de las torres de la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid, y Custo Dulmau un diseñador de prestigio fuera y dentro de nuestro país. Sin embargo, la presentación del nuevo maillot rojo que identificará al líder de la general de la ronda en su 75 aniversario, fue un paseo por los recuerdos.
Recuerdo, primero, por la propia prenda. Por mucho que Dulmau comunicará que se había inspirado en los guepardos haciendo una “metáfora entre el mamífero terrestre más veloz y el ciclista más rápido” y del hecho de que tanto el animal como el corredor están “rodeados de naturaleza” y “son ganadores”; lo cierto es que algunos recordaban estos días la Vuelta de 1945, aquella que conquistó Delio Rodríguez y que, oh casualidad, también distinguía al primer clasificado con un maillot rojo.
Como se observa en la imagen (recogida del reportaje que José A. Ezquerro publicó en la edición impresa del diario AS), aquel fue el único ejercicio que el rojo identificó al vencedor. Antes y después, multitud de variantes, nada que ver con las otras dos grandes rondas por etapas que hay en el mundo, Giro y Tour, mucho más estables en cuanto a los colores que adornan a los campeones.

Pero los recuerdos también acudieron a las mentes de los periodistas que cubrían el acto cuando, Javier Guillén, director de la prueba; se mostró ayer esperanzado en regresar al País Vasco en la edición de 2011. Opción más que probable y que pondría fin a un divorcio que se inició en 1978. Entonces, mientras el mundo empezaba a conocer a un tal Bernard Hinault (conquistó aquí la primera de sus 10 grandes vueltas por etapas), una serie de incidentes, barricadas provocaron la suspensión de la última etapa de la ronda lo que, unido al hecho de que El Correo Español/El Pueblo Vasco abandonase la dirección organizativa de la prueba, provocaron que Unipublic, el nuevo dueño, eludiera una de las tierras donde más se sigue este deporte.
Desde entonces, hasta ahora, cuando el nuevo Gobierno Vasco ha anunciado públicamente su intención de volver a ser testigo directo de la prueba (de hecho, representantes del Ejecutivo vasco visitaron oficialmente la prueba en 2009, algo inédito hasta la fecha). Por si fuera poco, dicen los entendidos que la proposición le viene de perlas a una dirección de carrera que no recibe peticiones para acoger las salidas ni las llegadas de la carrera como consecuencia de la crisis.
Por lo que se ve, este año volveremos al rojo y el que viene, a la región donde más se ama este deporte en nuestro país. Que sea para bien.

PD: En su edición impresa del jueves, el diario AS recogía los datos de una encuesta sobre el sentir que había generado el nuevo maillot. Pues bien, según parece el 53% de los internautas que accedieron a la misma la consideran ‘muy fea’. ¿Ustedes qué opinan?

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