lunes, 21 de noviembre de 2011

El sondeo de la crisis

Noche electoral. 20 de noviembre de 2011. Restan unos segundos para las 20.00 horas y varios compañeros de redacción abrimos diferentes webs para conocer los resultados de los sondeos a pie de urna.
Algunos lo hacen por trabajo, otros, como un servidor, por pura deformación profesional o, dicho de otra forma, la necesidad de saber y estar informado.
El caso es que por fin se conocen los primeros resultados. La noticia sería que no había noticia (el PP goleaba y, sobre todo, el PSOE se descalabraba). Sin embargo, un repaso a las informaciones de los diferentes medios aportaba un matiz nuevo, significativo y, al menos para mí, inesperado.
Y es que, a diferencia de años anteriores, sólo RTVE unida con la Forta, realizó los tradicionales sondeos a pie de urna. Ni las televisiones ni las radios privadas quisieron saber nada del asunto. Tampoco los diarios, aunque en este caso es más comprensible.
Si en la época de vacas gordas, los sondeos se multiplicaban hasta el infinito, ayer, con las crisis de deuda soberana sobre nuestras cabezas, la premisa fue ahorrar.
De hecho, según cuentan (no lo pude comprobar porque andaba currando), las diferentes cadenas usaron sin tapujos el sondeo de las teles públicas. De algo tenía que hablar los tertulianos hasta que se fueran conociendo los daos oficiales.
El caso es que la crisis nos persigue allá dónde vayamos y envuelta en las formas más curiosas e inesperadas, en este caso, la ausencia de sondeos a pie de urna en una jornada electoral.
Esperemos que, para las próximas elecciones generales, haya sondeos para aburrir. Será un síntoma esperanzador.

lunes, 14 de noviembre de 2011

14 de noviembre

Lamentablemente, el día que en pocos minutos termina, tiene muchas connotaciones negativas para el periodismo alcarreño.
Este 14 de noviembre arrancaba el ERE que sufren los compañeros de Nueva Alcarria, precisamente el día que se conmemora el aniversario del nacimiento del Guadalajara 2000, un diario que, recientemente echó el cierre en su edición impresa y sobrevive bajo el formato de diario en internet.
Estas son dos pruebas de que la tormenta arrecia en el plano laboral y personal de todos y, lo cierto es que, lejos de menguar, el horizonte aparece oscuro.
Precisamente con la intención de que el cielo escampe, un par de gobiernos han cambiado (más bien les han obligado a cambiar desde el exterior), de patrón.

Seguro que ya lo saben, pero les hablo de Italia (Berlusconi sale y entra Mario Monti), y Grecia (Papandreu deja su sitio a Lucas Papademos).
Los nuevos mandatarios tienen un durísimo trabajo por delante, no cabe duda, pero parece que gozan de la bendición de la prensa, que alaba el carácter tecnócrata de ambos. Casi tanto como lo hicieron al hablar de Mario Draghi, nuevo presidente del Banco Central Europeo.
Casualmente, los tres están unidos por un polémico vínculo: Goldman Sachs, uno de los grupos de inversión más grandes del mundo y que ayudó a Grecia a esconder el déficit de sus cuentas lo que degeneró en la actual crisis de deuda soberana.
Ambos ‘Marios’ trabajaron para la empresa americana. Es más, Draghi había sido vicepresidente para Europa de Goldman Sachs, con cargo operativo, durante el período en que se practicó la ocultación del déficit.
¿Y quién presidía el Banco Central griego en el momento de la ocultación? Efectivamente, han acertado: Lucas Papademos.
No es que quiera condenarles de antemano. Incluso es posible que los tres se desvivan por el bien de sus países, de Europa en su conjunto y hasta por el bien del planeta; pero lo cierto es que no da buena espina.
Tan mala espina como el actual panorama laboral de nuestra profesión y de tantísimas otras.
Esperemos que escampe.

martes, 8 de noviembre de 2011

Reflexiones políticas de un periodista deportivo


Sí, lo admito. Acabo de ver el debate entre Rajoy y Rubalcaba. Sí, lo admito, ya sólo por esa circunstancia soy un ‘bicho raro’. Supongo que el hecho de haber seguido al mismo tiempo la segunda mitad de un partido de fútbol (Murcia 0, Deporivo de la Coruña 0) y, a partir del segundo bloque del debate, una lista de twitter; me hace aún más friki.
El caso es que tenía interés en seguir el debate y, posteriormente, expresar mis sensaciones sobre el mismo.
Lo primero que quiero decir es que, desde mi punto de vista, no hay un vencedor claro. Rajoy lo tenía muy fácil dadas las circunstancias que atraviesa el país y lo cierto es que su arranque fue demoledor.
El primer bloque, dedicado a la economía y el paro, cayó de su lado. Rubalcaba lo tenía todo en contra. La losa de los cinco millones de parados (por cierto, Rajoy no hacía más que decir que eran más de 5 millones cuando el último dato de la EPA habla de 4,9, pero bueno, también es verdad que Rajoy llamó “señor Rodríguez…” a su oponente por dos veces, creo que voluntariamente), era demasiado pesada para Rubalcaba.
Tanto que sus intentos de atacar el programa del PP (del programa del PSOE apenas se habló y lo cierto es que Rubalcaba mostró un conocimiento extraordinario del ideario rival), resultaron faltos de vigor y sustancia (más en plan “que viene el lobo”, aunque otra cosa es que parezca que el lobo asoma por el horizonte).
Sin embargo, tras los 12 minutos de descanso (publicidad en las teles privadas), todo cambió. De pronto Rubalcaba afiló el colmillo y amenazó con hincárselo a su rival. Éste dio la sensación de querer evitar el choque frontal, como sabedor de que tenía más que perder que lo que podía ganar.
Así las cosas, dio la sensación de que Rubalcaba recuperaba posiciones. Sin embargo, era tal su desventaja (y más lo es en las encuestas) que ni la sanidad, ni la educación, ni el variado tercer bloque (en el que se citaron desde el matrimonio homosexual, a la política internacional, pasando por la igualdad), permitieron a Rubalcaba darle la vuelta a la contienda.
Eso sí, cuando menos el candidato del PSOE se puede apuntar dos tantos. Por un lado, una mayor sensación de cercanía al recurrir a sus ‘chuletas’ muchísimas menos veces que Rajoy (un periodista, Francisco Peregil, llevaba la cuenta de las miradas a los folios en twitter).
Por otro, lograr que Rajoy admita que, respecto al matrimonio homosexual, no piensa retirar el recurso de inconstitucionalidad presentado por el PP ante el Tribunal Constitucional.
Porque, en lo que respecta al resto de acusaciones lanzadas sobre el programa del PP, no deja de ser una cuestión de credulidad (habrá quién crea lo que indicaba Rajoy y habrá quién comparta las sospechas que dejaba entrever Rubalcaba respecto a muchos aspectos como posibles ayudas públicas a los bancos para hacerse cargos de sus activos malos, cambios en el sistema de pensiones, etc)
En resumen, creo que ninguno se impuso con claridad y que el debate no provocará grandes cambios en el sentido del voto. La única esperanza del PSOE es que el último mensaje de Rubalcaba animando al voto y recordando que de nada sirve abstenerse cale en la sociedad. Algo que me parece que no ocurrirá.
¿Qué dirán el resto de analistas políticos del debate? Eso lo veré mañana. Yo de momento, voy a ver si friego, para cerrar esta noche tan peculiar.

PD: Lo siento, no lo pude evitar y pasé por las webs de los dos diarios generales de referencia en España, El País y El Mundo. Ambos realizan encuestas entre sus lectores. ‘Curiosamente’, Rubalcaba gana en la encuesta de El País y Rajoy en la del Mundo. Una vez más se confirma el dicho: “dime qué lees y te diré quién eres”. Aysss.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Señor ciudadano, usted es tonto

Lo primero que quiero decir es que nadie se sienta ofendido, o especialmente ofendido, ya que servidor, responsable del título de esta entrada se encuentra dentro de esa categoría, la de ciudadano tonto, se entiende.
¿Y por qué digo esto? Pues porque debe ser verdad ya que son muchas las personas e instituciones cultas y refinadas que lo dicen. Desde los gobiernos de casi toda Europa (y no digo toda porque no lo puedo confirmar, pero seguramente así sea), hasta buena parte de los medios de comunicación (incluidos algunos que caen en una manifiesta contradicción).
Por si no han caído en la cuenta, les hablo de la reacción que ha provocado la convocatoria de referéndum sobre el rescate europeo para Grecia.
Desde todo el mundo se critica esta decisión. Y muchos de los críticos son los mismos que se subieron al tren del 15M que, entre otras cosas, pide más poder para el pueblo en forma de más consultas ciudadanas en lugar de las elecciones cada 4 años.
Entiendo que muchos critiquen que, con esta medida, se paraliza el proceso de rescate ya que éste queda emplazado hasta la cita con las urnas.
Incluso comparto que el más que previsible NO que emitirá esa consulta nos mete en un apuro serio a toda la eurozona.
Incluso admito que la mayor parte de la población griega puede que vote ofuscada por los años de recortes y sacrificios que están viviendo y no piensen que es necesario una purga para salir adelante (purga que no sólo debe sufrir la sociedad sino muchos de los causantes de la crisis que están saliendo de rositas, pero eso es otra cuestión).
No obstante, me indigna (aprovechemos esta palabra tan en boga últimamente) que desde todos los lados se critique al presidente heleno, Yorgos Papandreu, por tomar esta decisión.
¿Acaso el rescate y las condiciones que él implica no afectan plenamente a la sociedad griega? ¿Acaso no tienen derecho a opinar al respecto?
¿O es que sólo nos subimos al carro del poder del pueblo y para el puebo cuando nos interesa?
Debe ser que, como decía en el título de esta entrada usted, un servidor y la inmensa mayoría de ciudadanos somos tan tontos que no tenemos derecho de elegir en asuntos que nos atañen directamente.
Mejor que lo hagan las élites de turno.

PD: Siento no ilustrar este texto con una imagen como habitualmente, pero cuestiones técnicas lo imposibilitan.