domingo, 6 de junio de 2010

De bulos y notoriedad


Ya estamos de vuelta, o al menos momentáneamente porque la vida de becario en comunidad ajena con jornada laboral de 40 horas no deja mucho tiempo para más.
No obstante, seamos justo, la única razón por la que no actualizaba este espacio no se debía sólo a las obligaciones ‘laborales’, sino también a la duda. Y es que, tras semanas de silencio, me parecía necio aportar temas sosos o poco originales.
Así, fueron varios los asuntos que cobraron espacio en mi cerebro, pero que no me convencieron por completo. Pero hete aquí, que mi deporte preferido, el ciclismo, vuelve a la carga. Y, como no podía ser menos, atendiendo a su evolución en los últimos tiempos, lo hace por engaños, mentiras y dopaje.
Pero ojo, no cierren la pestaña ni introduzcan nuevas direcciones en la URL. Primero porque no sólo les hablaré de ciclismo y, segundo, porque en este caso, les hablaré de dopaje mecánico.
Sí, sí, como lo oyen. Y es que la última novedad en el mundo de las dos ruedas es simular a Jorge Lorenzo y compañía. Un rumor que se oía desde hace semanas, pero que ha cobrado una nueva dimensión al anunciar la Unión Ciclista Internacional que realizará controles sorpresa a las bicicletas del Tour de Francia.
Todo a raíz del espectacular rendimiento de un suizo, Fabian Cancellara, en las dos clásicas con más solera del calendario (Tour de Flandes y Paris-Roubaix), y de un vídeo emitido por la RAI italiana en el que se muestra el supuesto mecanismo.
Dicho vídeo, así como las supuestas pruebas de que Cancellara accionaba en momentos determinados el motor de su bici, se pueden ver en el siguiente enlace www.youtube.com/watch?v=8Nd13ARuvVE que ya ha recibido más de dos millones de visitas.
De confirmarse las acusaciones sería un nuevo golpe a la credibilidad de un deporte de por sí tocado. En cuanto a los motivos que habrían impulsado a los presuntos tramposos a hacer trampas, uno de los más importantes, sino el que más, es el de la notoriedad y todo lo que ello conlleva.
Y este aspecto, es determinante para imbricar el hecho anterior con otras dos historias: una cuya primera parte ya les conté en este mismo blog y la otra, conocida por todos. Ambas, cuentan con su espacio en el suplemento Domingo del diario El País de hoy.
La primera es una entrevista con Tommaso Debenedetti, el freelance italiano que se inventó numerosas entrevistas a personalidades de todo el mundo a cambio de un sueldo mísero durante años. En ella, no sólo no se muestra arrepentido sino que se atribuye la creación de un nuevo género y se muestra dispuesto a seguir con él, así como publicar un libro.

La segunda es una semblanza de Jaume Marquet. Sí, lo sé, a mí me ocurrió lo mismo. Por su nombre verdadero es difícil identificarle, pero mirando la foto que acompaña a estas líneas, seguro que lo han reconocido. Un hombre que estará exultante si hacemos caso al reportero quien asegura que su motivación no es otra que salir del anonimato. Pues bien, misión cumplida: el uno con sus entrevistas inventadas y el otro dando la nota ha cosechado su porción de fama así como otros beneficios.
¿Habrá que seguir sus ejemplos?