jueves, 28 de enero de 2010
Sharapova, hazte cantante
No hace mucho que arrancó el Open de Australia de tenis, primer grande de la temporada, y como siempre no hizo falta esperar mucho para conocer las primeras sorpresas del torneo. Una de ellas fue la derrota de la campeona en 2008, Maria Sharapova en primera ronda. Inmediatamente arreciaron las voces críticas contra la jugadora, contra su juego y hasta contra su vestuario. Lógicamente tampoco faltaron las comparaciones con Anna Kournikova, como si ello pudiera ser un insulto (ya me gustaría a mi disfrutar de la posición económica de la rusa que, por otra parte, creo que no mató a nadie ni a nadie obligó a convertirla en modelo).
Admito que no vi el encuentro ni que tampoco soy un gran conocedor de este deporte (digamos que lo sigo, pero en la distancia), pero supongamos que son ciertas las críticas y que María debería buscarse otra forma de ganarse la vida que no fuera el tenis. Si ese fuera el caso, le recomendaría encarecidamente que probase suerte en el mundo de la música.
Sí, sí, en la música. Otro sector del que no me considero un gran aficionado, pero que últimamente me ha llamado la atención. El motivo no fue otro que visionar en un breve espacio de tiempo sendos reportajes sobre Shakira y Beyoncé, dos de las artitas del momento. Como no podía ser menos, ambas noticias contaban con el acompañamiento musical de dos de sus éxitos más recientes ('Lo hecho está hecho' y 'Single ladies').
Ahora bien, seguramente se preguntarán qué tienen que ver la colombiana y la estadounidense con la deportista rusa. La respuesta es sencilla: sus grititos.
Mientras la tenista se hacía un hueco (quiero pensar que indeseado) en muchos programas televisivos como consecuencia de los gritos que emitía durante sus partidos, víctima supuestamente del esfuerzo al devolver la pelota al campo rival; las cantantes parecen haber apostado por un nuevo género musical menos basado en la fuerza de sus letras y más volcado hacia...la fuerza de sus diafragmas y pulmones, víctimas, creo yo, del merchandising porque anteriormente no había tal tendencia a utilizar dicho recurso.
Y no, no estoy exagerando. De hecho, como suponía que no me creerían (yo mismo albergaba ciertas dudas), recurrí a Youtube y, cuaderno en mano, analicé las dos canciones anteriormente citadas. ¿El resultado? Shakira emite 32 gritos y 40 gemidos durante los tres minutos y 30 segundos que dura el videoclip, es decir, uno cada tres segundos de media. Por su parte, Beyoncé lanza 106 gritos durante los tres minutos y 19 segundos que dura la canción 'Single ladies', esto es, uno cada 1’87 segundos si bien es cierto que en este caso, aparecen algo más agrupados.
Así las cosas, y generalizando muchísimo, parece que dos de los ingredientes básicos para triunfar en la música internacional hoy en día son una bonita figura, gran flexibilidad y potentes diafragmas para gritar repetidamente al son de la música, cualidades que, parece, Sharapova dispone.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario