jueves, 24 de diciembre de 2009

Yo defraudé a Hacienda


¿Quieren ser famosos en su barrio o comunidad? ¿Quieren que su número de amigos se multiplique sin reparo y así obtener jugosos beneficios psicológicos y también de otro género por ello? No lo dude, DEFRAUDÉ A HACIENDA, PREVARIQUE, DELINCA.
Sí, lo sé. Está improvisada y es perfectamente mejorable, pero las líneas previas bien podrían ser la base de un anuncio en un medio de comunicación. Y, aunque suene raro, al paso que vamos, lo terminaremos escuchando por algún lado.
¿Que qué estoy diciendo? Pues básicamente eso. Que no hay nada como incumplir con la ley y estafar al Estado para recibir el cariño y reconocimiento de la sociedad. Es algo que ya sabíamos. Aquel que sortea la declaración de Hacienda no sólo no recibe recriminaciones, sino que es admirado y envidiado por la inmensa mayoría.
Semanas atrás, en el apogeo del caso Gürtel, fuimos un poco más allá. En ese caso, pese a estar rodeado por el escándalo político, las encuestas reforzaban el mandato de Francisco Camps, presidente de la Generalitat Valenciana. Los sondeos hablaban de aumentar su mayoría absoluta de celebrarse en ese instante las elecciones.
Pues bien, ayer se dio un paso adelante en esta vorágine. Y es que Bartomeu Muñoz, ex alcalde de Santa Coloma de Gramenet, implicado en la trama Pretoria de presunta corrupción urbanística, salió de la cárcel tras aportar una fianza de 500.000 euros. Cantidad obtenida de una colecta organizada por su familia y en la que, según el abogado de Muñoz, Fermín Morales, no fue necesario aportar avales bancarios de las propiedades que el imputado posee puesto. De hecho, en algunos informativos radiofónicos, llegué a oír que la colecta había recaudado una cifra superior a la necesaria siendo las aportaciones familiares mínimas.
Vamos que (siempre sin olvidarnos de la presunción de inocencia hasta que un juez diga lo contrario), pese a estafar y engañar a los ciudadanos de Santa Coloma, éstos aportan desinteresadamente un dinero (la familia dice que lo devolverá, pero no sabe cuándo) para que salga de la cárcel...
Como diría Astérix, “están locos estos colomenses”.
Y como diría yo: anuncien a los cuatro vientos sus delitos y no lo duden, su número de amistades se multiplicará exponencialmente.

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