jueves, 10 de diciembre de 2009
Démosle gusto a Ratzinger
No, no me sean malpensados demonios. Que cuando hablo de darle gusto, quiero decir atender sus peticiones. Y es que, el pasado martes, durante la ofrenda floral a la imagen de la Inmaculada en Roma, Joseph Alois Ratzinger o Benedicto XVI, como ustedes prefieran, hizo una petición a los periodistas, gremio al que, aunque desde el paro, sigo perteneciendo. Su deseo no era otro que los plumillas no amplifiquen las malas noticias porque provoca que a los ciudadanos se nos “endurezca el corazón” y se nos “oscurecen los pensamientos”.
Pues, como hacer felices a la gente no nos cuesta nada, miremos el mundo desde otro punto de vista. Como por ejemplo, hicieron los diferentes sondeos de opinión sobre la intención de voto para unas hipotéticas elecciones generales. Curiosamente, el mismo día en el que La Razón recogía la petición de Ratzinger, tres diarios (ABC, La Razón y Público), ofrecían los datos de tres encuestas al respecto. Y, a diferencia de lo que pudiera imaginarse, ofrecen resultados dispares.
ABC se hacía eco de a última encuesta realizada por la revista ‘Temas’, ligada a Alfonso Guerra y dirigida por el sociólogo José Féliz Tezanos, con Rafael Simancas como subdirector. Según la misma, el PP obtendría un 44,7 % de los votos, frente al 39,5% del PSOE. El resto de los partidos con representación parlamentaria mantendrían con mínimos cambios el resultado obtenido en las últimas elecciones generales, excepto UPyD, que tendría una subida notable, al pasar del 1,2% al 2,7%.
La Razón informaba de que, de realizarse elecciones ahora, el PSOE perdería entre 16 y 18 diputados y pasaría de los 169 que logró en las elecciones de marzo de 2008 a obtener entre 151 y 153. Por su parte, el PP aumentaría entre 11 y 13 sus parlamentarios en el Congreso, mejorando los 154 escaños actuales hasta los 165 o 167 que tendrían respaldo en las urnas en este momento. Izquierda Unida sumaría entre dos y tres diputados más, pasando de los dos escaños de marzo de 2008 a los cuatro o cinco que refleja la encuesta. Asimismo, CiU tan sólo mejoraría entre uno y dos escaños su representación parlamentaria y pasaría de los 10 a los 11 o 12 diputados. EAJ-PNV se quedaría con idénticos escaños, seis, mientras que UPyD, que logró un solitario escaño en 2008, lograría conseguir entre uno y dos diputados. Respecto a la valoración de los líderes políticos son Rosa Díez con un 4,5 y Josep Antoni Durán LLeida con 4,3 los que obtienen mejor puntuación. Les sigue Zapatero con un 4,2; y Rajoy con 4,0; Cayo Lara logra un 3,5; Joan Puigcercós un 2,7 y, finalmente, Íñigo Urkullu un 2,3.
Por el contrario, el diario Público mostraba una visión mucho más favorable para el PSOE ya que los socialistas han visto como los cinco puntos porcentuales de ventaja que el PP había conseguido acumular a mediados de octubre se han quedado en 1,6 en diciembre, hasta el punto de que si hoy se celebrasen elecciones, el resultado sería prácticamente un empate técnico entre las dos grandes formaciones políticas españolas. La situación ha retrocedido al mes de junto, cuando el PP tenía un voto estimado del 41,8% y el PSOE del 40,3%. Respecto a la valoración de los líderes de los principales partidos, la mayor puntuación la consigue Rosa Díez con un 5,0; le sigue José Luis Rodríguez Zapatero con un 4,1, la misma puntuación obtiene Mariano Rajoy; les sigue muy de cerca Artur Mas con un 4,0 y Cayo Lara con 3,9. Los últimos puestos los obtienen Íñigo Urkullu con un 3,4 y Joan Puyigcercós con un 3,1.
Visto lo visto, va a ser más fácil creer en la Inmaculada que en los sondeos de opinión.
Pero continuemos con las buenas noticias, que hoy estoy de buenas y quiero complacer a una de las personalidades con mayor autoridad moral del mundo (por la trascendencia que tiene todo lo que diga o haga). Así, no puedo obviar los mensajes de valentía de los ministros de Exteriores de la Unión Europea que afirman estar “preparados” para reconocer la independencia de Palestina según recogía el resumen de prensa de la Moncloa.
Ya sólo falta que Israel cumpla sus promesas tan etéreas como el Espíritu Santo y de que los palestinos abandonen las armas (claro está que, lo siento, en este aspecto siempre me inclinaré más del lado palestino, reconozco mi subjetividad).
Y aún hay más mi querido Benedicto. Como bien sabrá si estos días acude a Copenhague y obtiene una acreditación oficial de la Cumbre del Clima y una de las postales que el Ayuntamiento reparte por sedes y hoteles pidiendo que no se compre sexo, usted podrá acudir a las integrantes del SIO (sindicato de las trabajadoras de la prostitución) que le dejarán como nuevo y sin cobrarle un euro. El motivo no es otro que el tremendo enfado que ha despertado en la profesión (en Dinamarca es perfectamente legal y las profesionales declaran sus ingresos como cualquier otro trabajador autónomo), la campaña bajo el eslogan «Sea sostenible, ¡no compre sexo!» promovida por la alcaldesa Ritt Bjerregaard.
Y es que el mundo está lleno de buenas nuevas y esperanza. ¿No lo creen? Los funcionarios de la Unión Europea, desde luego, no han perdido su fe, cuando menos en lo que toca a sus reivindicaciones salariarles. Por ello, irán a la huelga para solicitar subidas salariales. Y es que 15 estados de la Unión, entre los que no se encuentra España, se resisten a aprobar el ascenso anual, que llevará el salario medio neto (sin extras) por encima de los 4.000 euros, según lo estipulado en el estatuto del funcionario europeo. Según parece, la subida se establece de acuerdo con una media de poder adquisitivo de los funcionarios en ocho países (España, Bélgica, Luxemburgo, Holanda, Reino Unido, Italia, Francia y Alemania) a la que se suma el coste de la vida en Bruselas.
Lástima que Josep Oliver, director del departamento de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona, dijera en un desayuno de trabajo organizado por Cinco Días que realizando un cálculo simple partiendo de la pérdida de cerca de dos millones de empleos con la que se saldará la crisis: con una creación de puestos de trabajo "optimista" a partir de 2011, que cifra en 300.000 al año, no se recuperará el nivel de empleo de antes de la crisis hasta 2017”. Pero de esto mejor no le digo nada Mr. Ratzinger no sea que se le endurezca el corazón y se le oscurezcan los pensamientos.
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