miércoles, 27 de octubre de 2010

Más década


Hace nada les hablaba de la pasada década y de las mejoras vividas durante la misma cuando el fin de semana conocí el Informe de Perspectivas Mundiales del Fondo Monetario Internacional (FMI). Un estudio que habla del futuro, pero que llama más la atención por el pasado, concretamente por el pasado reciente. Así, según el extenso reportaje que publicaba El País al respecto en su suplemento Negocios, el país que más había crecido en los últimos 10 años era Guinea Ecuatorial (con un crecimiento del 387,45%), seguida de Azerbaiyán (276,24%), Qatar (251,11%), Trukmenistán (237,46%), Angola (181,87%) y, por fin una vieja esperada China (170,86%).
¿Les sorprende? Posiblemente no. Pese a las llamativas cifras, se trata de algo lógico. Tan pobres eran estos países que cualquier mejora es ya un éxito. De hecho, en una línea parecida se encuentra España que ha crecido un 22% (de los mejores dentro de los países desarrollados), por mucho que mi padre dijera que era una contradicción decir que estamos en una profunda crisis y, al mismo tiempo, creciendo a un ritmo notable.
Más extraño, aunque quizás no tanto siguiendo la misma línea de pensamiento, resulta adentrarse en el furgón de cola. Ahí, tras la depauperada Haití, nos encontramos con (atención), Italia (con un crecimiento del 2,43%), Portugal (6,47%), Japón (7,30%), Dinamarca (7,74%) y Alemania (8,68%).
Como bien recalca Alicia González en su información “cuando las economías alcanzan un cierto nivel de desarrollo, el ritmo de crecimiento se ralentiza, pero lo que arrojan estas cifras, sobre todo en el caso de Italia y Portugal, es un modelo de crecimiento en forma de L, que ahora aparece como la principal amenaza para el conjunto de las economías consideradas ricas, entre ellas España”.
Crecimiento en forma de L (esto es, crecimiento muy bajo, desempleo, deterioro de las cuentas públicas y pérdida de competitividad), que conocen muy a su pesar, los japoneses puesto que llevan anclados en ella dos décadas.
En cuanto a otras notas destacadas que pueden encontrar en estas informaciones, señalar la notable influencia de China en el despegue africano (con la compra incluida de vastas extensiones de territorio agrícola entre otras cosas) y latinoamericano (con la demanda de materias primas); el renacer de Turquía como actor geopolítico de primer orden, y el buen hacer de India, junto a Brasil, Rusia y China, los integrantes del famoso BRIC.
Sea como fuere, lo más importante es que parece que la riqueza, además de aumentar en los últimos diez años, lo hace de forma más equitativa, aunque, claro está, siempre habrá muy ricos que se hagan más ricos y pobres que lo sigan siendo.

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