miércoles, 3 de febrero de 2010

Ahí os quedáis


El pasado martes, prácticamente todas las portadas de los diarios nacionales abrían con el plantón de Obama a Zapatero de cara a la esperada cumbre entre Estados Unidos y Europa. Cierto es que la cita estaba prevista en Madrid para jolgorio de nuestro presidente, pero desde luego, todo hace indicar que el desaire no va dirigido contra nuestro país sino contra Europa y, sobre todo, confirma lo que ya se venía viendo desde hace meses o años. Por ello, considero que habría que eludir el chascarrillo fácil y preocuparse porque la cosa no pinta nada bien.
Y es que, pese a que seguimos creyendo que somos los más guays del planeta (con permiso de nuestros amigos del otro lado del charco), la cruda realidad indica que nuestro peso se debilita cada día, cual enfermo que se consume por una enfermedad incurable. Y todo ello, ambientado por un Tratado de Lisboa rubricado por fin, pero que, de momento, no ha modificado las costumbres proteccionistas y fotogénicas de los principales líderes políticos del grupo.
Obama, que tonto no debe ser, sabe que su viejo aliado tiene cada año menos cosas que aportar tanto a nivel mundial (ahí están los países emergentes –Rusia, China, Brasil e India- para ello) y también a nivel interno estadounidense y ese, al fin y al cabo, es la principal preocupación del presidente americano.
La pregunta era sencilla: ¿Es más productivo acudir a una cumbre en la que diremos grandes palabras, pero haremos poco o quedarse en casita lidiando con las consecuencias de la Gran Recesión? La respuesta también es diáfana.
Según informaba el mismo martes Antonio Caño en la edición impresa de El País, “la Casa Blanca quiere concentrarse en los asuntos de política exterior que realmente tienen un efecto directo y significativo en los intereses de Estados Unidos. Es decir, regiones como Asia, donde está en juego el futuro económico del país, Rusia, esencial en los problemas de seguridad, y el Próximo y Medio Oriente, un área crucial en la estrategia de lucha contra el terrorismo. La OTAN cabe en esta categoría.”
Y precisamente ahí, cono motivo de la cumbre de la OTAN en Portugal el próximo mes de noviembre, es donde la Unión Europea pretende encajonar una mini cumbre EEUU-UE, para 10 años después de la primera de estas cumbres, seguid haciéndose la fotografía con el presidente de turno. Una mandatario que en esta ocasión es casi un estrella mediática. Eso sí, visto lo visto, no esperen demasiado de esa reunión (salvo la foto que todos quieren conseguir). Ha quedado claro que Obama no cuenta con Europa y, lo peor, es que tiene motivos sobrados para ellos.
Qué lástima para los europeístas.

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