martes, 5 de abril de 2011

Pinganillos así, sí


Asunto: Polémica en torno a la conveniencia o no de prohibir las radios por las que los directores de equipo se comunican con sus corredores en las carreras ciclistas.
Contexto: Este año, la UCI ha impuesto la prohibición del uso de radios en buena parte de las pruebas ciclistas del calendario. ¿El motivo? Aumentar el espectáculo ya que, según muchos (yo entre ellos), las carreras están demasiado atadas y se cohíbe la espontaneidad del corredor y, con ello, buena parte del espectáculo.
No obstante, los equipos y la inmensa mayoría de ciclistas (muchos de ellos, todo sea dicho no conocen otro ciclismo que el del pinganillo en la oreja) claman en contra de la medida y aseguran que es un peligro ya que las emisoras impiden muchos accidentes (como ejemplo, citan que, sin radios, todos los corredores que quisieran hablar con sus directores, tendrían que descolgarse del pelotón como antiguamente, mientras que en la caravana que persigue al gran grupo se vivirían momentos de locura con adelantamientos, frenazos, toques y demás, al más puro estilo Fórmula 1.
Además, reclaman (y ahí les doy la razón en parte), que es inconcebible que, en pleno siglo XXI, el ciclismo siga viviendo en el pasado (no les doy la razón en que antes, había un ciclismo más ofensivo por la mentalidad de todos los componentes del circo)
Caso particular: El pasado domingo se celebró una de las grandes citas de la temporada, el Tour de Flandes. Una carrera cuyo peso en el calendario es tan grande como un Tour de Francia aunque por estos lares no se le de tanta importancia (en Bélgica, reúne a casi un millón de personas en las cunetas y además abre informativos). Allí, sí que se podían utilizar las radios y la tele local, Sporza, introdujo cámaras en los vehículos de los principales equipos.
Así, nos enteramos de todo lo que los directores transmitían a sus corredores. Vimos al Garmin Cerveló aplicando una ultraconservadora táctica al obligar a sus corredores a que no colaborasen en la persecución del dúo de cabeza y que reservasen fuerzas para un hipotético sprint; vimos al director de Quick Step sufrir una auténtica montaña rusa de emociones al ver cómo la carrera se le escapaba por un error táctico y, cómo, inesperadamente, volvía a tocarla con la yema de los dedos. E incluso vimos cómo se vive un sprint victorioso en el coche del equipo (del inesperado) ganador.
Conclusión: Pese a que soy contrario al uso de pinganillos, lo cierto es que asumiría su utilización si se obligase a todos los equipos a portar una cámara que nos mostrase lo que comentan los directores.
Primero porque sería bueno para el espectáculo y aportaría un plus a las retransmisiones y, sobre todo, porque así, quizás muchos se cortarían un pelo a la hora de adoptar algunas decisiones que cercenan el espectáculo y que hacen tanto daño a la imagen de este deporte como el dopaje. Y si no se lo cortan, al menos los aficionados, sabríamos a qué atenernos.

PD: Rebuscando el vídeo del Saxo Bank, encontré un vídeo resumen que Sporza colgó en su canal oficial. En él, aunque esté subtitulado en flamenco, se ven algunas de las imágenes tan curiosas que nos dejó la iniciativa del canal belga, incluido ‘el castigo divino’ que recibió el Garmin Cerveló. No soy capaz de descargarlo así que os dejo el enlace: http://www.youtube.com/watch?v=r2duy6kDu5Q.

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