martes, 20 de octubre de 2009
Artero, The Guardian, ya estoy aquí
¿Acaso la conexión planetaria vivida días atrás en la Casa Blanca ha vivido una reedición a pequeña escala en la vida de este modesto alcarreño? Tendré que consultárselo a Leire Pajín si es que alguna vez llego a conocerla. Pero sí, dos acontecimientos acaecidos en un cortísimo espacio de tiempo han terminado de empujarme para dar el pistoletazo de salida hacia algo inaúdito para un servidor meses atrás.
De hecho, los testigos de esta historia (Cris García y Jorge Gómez) no lo recordarán, pero en las postrimerías del diario La Tribuna, negué tajantemente la posibilidad de crear mi propio blog. Sin embargo, la vida cambia y aquí me tenéis, dándole a la tecla para compartir con quien así lo deseé diferentes pensamientos, trabajos, etc, que vayan surgiendo y añadiéndose a este espacio.
Los motivos han sido variados, pero se pueden resumir en tres. Uno serio y los otros algo más informales (a la par que llamativos).
El primero no es otro que comprobar la trascendencia que han cobrado estos sitios web incluso para numerosas empresas de la comunicación a la hora de contratar a nuevos trabajadores. Los otros dos son meras confirmaciones de lo anterior. Por un lado, días atrás, con motivo de la Conferencia Inaugural del máster que estoy realizando en la URJC de Vicálvaro, el ''periodista'' y uno de los jerifaltes de El Confidencial, Alberto Artero, incidía en la trascendencia que él otorgaba a los blogs a la hora de contratar gente.
Por otro, apenas unas horas más tarde, conocía una peculiar oferta de trabajo. El diario británico The Guardian, creado allá por 1821, anunció que buscaba blogueros que quieran cubrir información local en Leeds, Cardiff o Edimburgo. En el anuncio recalcaban que la carrera de periodismo "será deseable, pero no es necesaria". Según la nota de la información (recogida de la Federación de Periodistas de CLM) "el anuncio del rotativo británico se publica meses después de que el grupo Guardian Media Group anunciara despidos entre su plantilla para hacer frente al descenso de publicidad y en el contexto de buscar nuevas formas de hacer negocio en que se encuentra la prensa a nivel mundial”.
El diario británico hace hincapié en la necesidad de que los aspirantes demuestren su pasión por su actividad. No cabe duda de que la pasión (o vocación, condición que el señor Artero también subrayó en su alocución), son indispensables para desarrollar el periodismo, pero la pregunta es si ya no es necesaria la formación adquirida durante tantos años.
De haberlo sabido antes, me habría ahorrado unos cuantos años (no diré que todos, pero sí un par) de formación en la Complutense. Total, ahora basta con un blog y la vocación. Lo segundo, lo tengo desde pequeño. Lo primero, ya está solucionado.
Señor Artero, directivos de The Guardian (y todos aquellos que hayáis llegado hasta este párrafo) YA ESTOY AQUÍ...
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