martes, 28 de septiembre de 2010

Sobran las palabras

Pues eso, que no hay mucho más que añadir. Como reza el dicho, una imagen, en este caso, una viñeta, vale más que mil palabras. Aunque supongo que las palabras que cada uno piense, serán bien distintas...

domingo, 12 de septiembre de 2010

¡Qué cosas!


Una ración de noticias curiosas o, mejor dicho, inverosímiles. Porque inverosímil es que te caigan siete rayos encima o, en su defecto, seis meteoritos. Pues bien, eso es lo que sufrieron (o ha sufrido en el caso de nuestro segundo personaje) Roy Sullivan y Radiovoje Lajic.
Sullivan fue un guardabosques que, a lo largo de su vida recibió el impacto de siete rayos. Y gracias, porque según cuentan diversas fuentes, otros dos rayos cayeron sobre personas que se encontraban en ese momento a su lado. Nueve rayos cuando, según algunas estadísticas, las probabilidades de que te caiga un rayo son de 1/60000 aproximadamente.
Curiosamente, nuestro protagonista no falleció por ninguno de esos accidentes, sino porque se suicidó, según parece por depresión al no poder soportar el estigma de atraer rayos y la consecuente exclusión social.
Por su parte, Lajic es un bosnio que en los últimos tres años ha visto como sobre su casa caían hasta seis meteoritos diferentes. El caso, de por si extraño, llama más la atención al observarse que ninguno de esos meteoritos ha rozado siquiera las casas que lindan con la de Radiovoje. Según cuentan las crónicas, el hombre se lo toma con filosofía y con un poco de preocupación y hasta insinúa que los extraterrestres deben estar enfadados con él.
Por el momento, Lajic ha adoptado dos iniciativas. De un lado, cubrir su techo con vigas de acero para evitar que nuevos meteoritos lo destruyan de nuevo y, como no podía ser menos, hacer caja con los numerosos visitantes que acuden a conocer el lugar y a sus dueños.

PD: En principio no debería tener cabida en esta entrada sobre noticias inverosímiles, pero después de mucho pensar, decidí que sí. Y ésta, más que una noticia, es una reflexión. Porque, no sé si se habrán dado cuenta, miles de personas en nuestro país comentan y hasta son un poco más felices después de que el Hércules derrotase ayer 0-2 al Barcelona.
Lógicamente, ya que tienen todo el derecho del mundo a ello, celebran dicho resultado con total normalidad. Parece que ya a nadie le importa que parece demostrado que el Hércules ascendió a Primera División tras comprar a diversos rivales y que su máximo accionista, además de lo anterior, está implicado en los casos de corrupción conocidos como Brugal y Gurtel.
Ver la naturalidad con la que asumimos la corrupción en este país es tan inverosímil o más que las noticias previas.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Periodista


Recientemente, me gané un pequeño rapapolvo de una amiga al confesarle que me planteaba seriamente mandar mi CV a un Mercadona muy cercano a mi futuro hogar. Desde su punto de vista, estaba siendo demasiado negativo. Más pronto o más tarde, terminaría saliendo alguna oferta relacionada con mi mundillo (por si alguien no lo sabe, el periodismo), apuntaba.
El caso es que unos días más tarde (el viernes para ser exactos), una noticia publicada en el diario EL MUNDO llamó mi atención. La información versaba sobre un nuevo caso de violencia de género, pero lo cierto es que, lo que despertó mi interés fue la imagen de mis compañeros, ‘luchando’ por sacar el mejor plano posible del lugar y que ilustra este texto.
De hecho, me centré en la figura de la joven que aparece agachada. La verdad es que me extrañó que enfocase hacia otro punto distinto al del resto de sus compañeros, pero luego me fijé en su mano izquierda. En ella llevaba el micrófono del correspondiente medio para el que trabaja.
Lamentablemente no es la primera vez que veo a un periodista o cámara, doblando funciones y grabando al tiempo que toma declaraciones.
No obstante, la estampa me deparó una última sorpresa. Y es que (supongo que ya se habrán dado cuenta), del cuello de esta compañera de profesión cuelga una cámara de fotos.
Es decir, en el mejor de los casos, una única persona cubre el trabajo de tres. Y digo en el mejor de los casos porque imagino que también se encargará de editar la pieza para la televisión y porque, ya puestos, no me extrañaría que el dueño de la empresa disponga también de una emisora de radio en la que nuestra protagonista locutará la correspondiente información.
Si a ello le añadimos que, según el 6º Informe Anual sobre la profesión periodística realizado por la Asociación de la Prensa de Madrid, en 2009 se licenciaron 2.550 nuevos periodistas (35.037 en los últimos once años); que, tal y como está el mercado laboral son cada vez más los que se decantan por seguir estudiando por lo que la cifrá aumentará y aumentará mientras que muchos medios recortan sus plantillas o desaparecen. Y que, por último, atendiendo a los datos del paro, en agosto, del millón largo de contratos firmados en agosto, el 93,4% fueron temporales (cierto es que en verano se lleva mucho la temporalidad, pero también que estas cifras no se alcanzaban desde hace 12 años); lo cierto es que la opción de Mercadona no me parece tan disparatada.
No obstante, en una cosa tenía razón mi amiga. La ilusión es lo último que se pierde.